Cuántas conversaciones hemos mantenidos en la barra de un bar –por decir algún sitio- sobre un pleno, las declaraciones inoportunas de un político o sobre la denuncia social de una barriada. Lo ‘gracioso’ es que también utilizamos nuestro tiempo libre para debatir sobre estas cuestiones… al fin y al cabo es una profesión que nos apasiona, ¿no?
Quizás muchos empresarios se han aprovechado de este amor que los periodistas profesamos a nuestra labor. Con la simple frase de “si te quejas es que no te gustará tanto este trabajo” consiguen que, jóvenes y no tan jóvenes, multipliquen sus funciones sin contraprestación económica, y lo que es mucho peor, sin agradecimiento alguno. “Esto es lo que hay o... ahí está la puerta, hay millones de periodistas esperando tu puesto”. Esta es la mejor contestación que puedes recibir si te atreves a reivindicar tus derechos laborales. Eso es lo que conlleva la aparición de ese ‘periodista orquesta’, que campa a las anchas -por obligación, por miedo o instinto de supervivencia- por terrenos que corresponden a otros compañeros, los fotógrafos y cámaras de televisión.
Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra. Por eso la unión de los profesionales es vital para acabar con esta precariedad y conseguir dignificar una profesión en la que muchas personas confían. Con fuerza, coraje, trabajo e implicación podremos decir un no rotundo a quienes no respetan los derechos laborales del periodista. No es fácil, pero sí es posible.
Siempre se ha dicho que del amor al odio hay un paso y no debemos permitir que personas sin escrúpulos consigan que un periodista repudie su profesión. Juntos, podemos.
Por Cristina Lojo
Pues sí, es verdad. muchos acabamos en el paro o soportando unas condiciones indignas. Ánimo y fuerza, porque siempre hay luz al final del túnel. Ánimo, camarada.
ResponderEliminarCristinita. Has descubierto la vocación de periodista y a la APJ al mismo tiempo. Interesante que tu novio sea el numero 2, ese chico tan hablador ahora dice que tiene "MAs que palabras". Espero que si gana el gato no le coma la lengua porque lo tiene crudo
ResponderEliminar¿Y no es bonito vivir estas pasiones en pareja?
ResponderEliminarNadie mejor que un compañero de profesión para comprender los horarios intempestivos, las locuras en las que nos embarcamos por traer un buen tema, los sofocones por un "gol" de la competencia, el estar todo el día escuchando la radio y mirando las agencias.
Sólo espero que el que gane no lo haga con la actitud que destilan comentarios como el anterior. Anonimito...