lunes, 30 de marzo de 2009

¿Qué hacemos: Don quijote o Max Estrella?

La situación es extremadamente complicada para la profesión periodística o el oficio de periodista. Ante el panorama de medios que cierran sus puertas y periodistas que pierden su trabajo dos posiciones antagónicas podrían proponerse. Aunque el problema de fondo tiene muchas aristas pero estamos en una encrucijada vital ya que si el nacimiento de nuevos medios de comunicación presagiaba erróneamente la desaparición de los anteriores, con los medios digitales, unificadores de prensa, radio y televisión, si podría cumplirse las profecías apocalípticas.
En este marco podríamos optar por posiciones antagónicas tal y como escribí antes. Podríamos ponernos estupendos y optar por el suicidio colectivo, propuesto por Max Estrella en Luces de Bohemia o montar en Rocinante y atacar al gigante empresarial que, cuanto menos, nos dejaría aturdidos con sus “aspavientos”.
Ni lo uno ni lo otro parece especialmente aconsejable así que como aconsejara Horario a Licinio a través de sus odas:

- “Vivirás feliz, Licinio, no adentrándote en alta mar ni, mientras evitas cauto las tempestades, acercándote demasiado a la orilla traicionera.

- Quien estima la dorada medianía, en su seguridad prescinde de la sordidez de una casa vieja, prescinde en su sobriedad del palacio que atrae la envidia.

- Cuántas veces el excelso pino se ve sacudido por los vientos, y las torres más altas se vienen abajo con caída más dura, como los rayos hieren las cimas de las montañas.

- Un pecho bien dispuesto anhela en la desgracia, teme con la fortuna, que su suerte sea otra. Los crudos inviernos los trae Júpiter, también es el mismo que los aleja.

- Si ahora va mal, no tiene por qué ser así mañana

- A veces la cítara anima a la Musa callada, y no siempre Apolo tensa su arco.

- Frente a la adversidad, muéstrate valiente y animoso; con la misma prudencia, recogerás las velas hinchadas por el soplo excesivo del viento favorable”.

Eso sí, la dorada medianía, nos debe llevar a la reflexión y caminar juntos. Es necesario analizar el estado actual no de la profesión, sino de los periodistas de Jerez, porque a lo mejor tendríamos que rememorar los orígenes de las Asociaciones de la Prensa y atender a las necesidades reales de las personas que trabajan en los medios de comunicación. Porqué no buscar un convenio colectivo para nuestra ciudad, porqué no defender los derechos generales de los asociados, porqué no unirnos ante la situación actual de la economía… Seamos o no utópicos lo que debemos hacer es ir de una vez más allá de las palabras, sin llegar al “suicidio colectivo” ni a la lucha ilusoria contre las empresas.

Por Fulgencio Arias

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